Disciplines for Life/Only One Thing is Needed/es

From Gospel Translations

Revision as of 12:34, 30 March 2009

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Si Marta hubiera sabido que su queja llegaría en el evangelio de Lucas, ella probablemente hubiera quedado callada. Pero su vergüenza es nuestro logro, porque en Lucas 10:38-42 hemos descubierto unos de los mas esénciales (y mas negligentes) puntos para obtener una intimidad con Dios.

La historia comienza con Jesucristo y sus discípulos en viaje por el pueblo de Betania, cerca de dos millas al este de Jerusalén. Es aquí, como Lucas lo describe, que “una mujer llamada Marta le abrió la puerta de su hogar a El.”

Ahora Lucas no dice, pero yo opino que Marta abrió la puerta de su casa a los discípulos también. Eso significa que ella tenía por lo mínimo 13 lugares más que agregar a la mesa de comida. No era probable que ella supiera por adelanto de la llegada de Jesús a su casa. Todo indicaba que era una espontánea, e inesperada visita.

Ponte en el lugar de Marta...suponte que tu pastor y doce de sus amigos lleguen a tu hogar un día por la tarde y dice, “¡Jack, Betty! ¡Mucho gusto de verlos! Estábamos manejando y decidimos pasar por tu casa y cenar con ustedes.” ¿Como tú responderías?

Tu tratarías de lucir entusiasmado. “¡Que privilegio!” tu te dirías, con una sonrisa helada en tu cara. Al entrar, tu comenzarías a disculparte por el lavadero lleno de platos sucios, las piezas del cortacésped regadas en el piso de tu sala. A la misma vez en tu mente estas rebuscando por los armarios, adivinando como dividir una caja de Hamburger Helper (una comida hecha con hamburguesa ya para preparada en caja) para un banquete de varias personas.

¿Ya te podrás imaginar a Marta? Ella no esta dirigiendo un restaurante. Ella está dirigiendo un hogar. Si el pueblo de Betania tuviera un restaurante chino o quizás un Pizza Hut, ella pudiera haber apuntado a Jesús y sus discípulos hacia uno de esos lugares. Pero esto no era una opción. Marta ahora tiene un grupo de gente inesperada para cenar en sú casa. Aun teniendo las mejores intenciones, es casi inevitable la lucha que ocurriría dentro de Marta.

Siendo una mujer sincera e industrial, Marta se aseguró de hacer una cena seria. Era una justa idea de asumir que su hermana Maria, probablemente la hermana menor, la ayudaría en la cocina. Entonces imagínate la reacción de ella cuando ve a Maria sentada a los pies de Jesús, escuchando sus enseñanzas. Y aquí esta Marta, sudando por causa de éste trabajo grandioso, lleno de hospitalidad, mientras que la hermana esté relajada, sin aviso o afectó de nada. ¿Tú no piensas que eso pudo haberle puesto de prueba la actitud de Marta un poquito?

A esa altura la olla de sopa no es la única cosa hirviendo en la cocina de Marta. Lo que comienza como una obra genuina de amabilidad tomo una vuelta inesperada. Ella ahora esta molesta y haciendo lo que pueda para causar culpa en Maria.

“Señor,” ella dice bruscamente, interrumpiendo las enseñanzas de Jesús, “¿no te importa que mi hermana me a dejado con todo éste trabajo? ¡Dile que me ayude!”

Obviamente, esto no era un intercambio de cortesía, y Marta, por supuesto, no tenia idea que ésto iba a llegar a los libros bíblicos. Pero ya a éste punto ella esta frustrada, reaccionando pecaminosamente por lo que ella pensó que era muy insensible. La reputación de Marta sufrió por los años siguientes, por eso déjame sumar ésto en su defensa. Ella aprendió del Señor la forma que El corregía, discreta y tierna, como después prueban en los evangelios. También, vamos a agradecerla por servir. El servir es un tema que resalta por todas las escrituras. Era su actitud pecaminosa, no su servir, que metió a Marta en problemas. Colocando sus actividades como altas prioridades en vez de escuchar al Señor, Marta se equivocó en tres puntos.

1. Ella acusa a Dios. “Señor, no te importa...?” Para mi arrepentimiento, yo he dicho o he pensado en la misma cosa muchas veces. Si fallamos en desarrollar un estilo de vida para escuchar, nosotros inevitablemente empezamos a dudar del amor de Dios. Nosotros nos volvemos súper susceptibles a las falsas creencias de nuestras circunstancias, y estamos seguros de ser dominados por nuestras emociones. Cuando no esperamos a Dios y no escuchamos su voz, fácilmente nos volvemos sospechosos de su cuidado. Sin embargo, hay pocas cosas que apenan a Dios más que el de ser acusado de no preocuparse de ti. ¿Sabes porqué? Porque no hay nadie quien pueda cuidarnos mejor que Dios mismo. No hay nadie quien pueda cuidar de nosotros como el Señor. Nosotros nos volveríamos consientes y seguros de Su constante cuidado al estudiar las escrituras bíblicas y e escuchar Su voz.

2. Ella se distrajo . El diccionario americano, llamado The American Heritage Dictionary, define la palabra “distraída” (de distraer) como “sufrir conflictos emocionales; alterada/o.” Cuando nosotros hacemos tiempo para esperar ante a Dios, nosotros fácilmente nos distraemos. Nuestra perspectiva se desvirtúa, nuestras emociones se agitan, y la ansiedad comienza a aumentarse. Ésto no pudo describir a Marta en mejores palabras. Y no piensen que Marta está sola en esto- todo el mundo bien conoce como es estar distraído y preocupado. Porque cuando paramos de escuchar, empezamos a preocuparnos y la preocupación es una seria ofensa para Dios. En efecto, le dices a Dios, “Yo no confió en ti, Señor.” Pero cuando alabamos y esperamos al Señor, la preocupación no es un problema, porque al estar frente a la presencia de Dios, nosotros recibimos seguridad de su soberanía, sabiduría, y cuidado. Aunque la circunstancias se mantengan iguales, ahora tenemos una perspectiva eterna que quita la preocupación del corazón y lo reemplaza con paz.
3. Ella acusó y condeno a su hermana. El fallar de esperar a Dios y escuchar su voz cultivará por seguido criticas y comparaciones a otros. Nos tentamos a resentirnos con otros, en particular con aquellos que aparentan ser más espirituales. Pero si somos honestos, Nosotros podemos admitir que a veces reaccionamos pecaminosamente contra otros como Marta reacciono contra Maria. Lo que esto revela, sobre todas las cosas, es que nosotros no estamos esperando a Dios.

Me afectó la forma que Jesús le respondió a Marta. El pudo haberse parado y declarado, “¿No tienes idea a quien tu le estas hablando? ¡Como te atreves a exigirme a mi? Yo te cree!” Sin embargo, El permaneció sentado, esperando hasta que ella terminara de exhibir su corazón lleno de pecado. El simplemente dijo, “Marta, Marta.”

(Por si a caso, si el Señor usa tu nombre dos veces, aguántate porque te va a reprender. Ya es tiempo de tomar las cosas en serio.)

“Tu te molestas y te preocupas por varias cosas,” Jesús le dijo a Marta. “Pero solo una cosa es necesaria y Maria ha escogido la buena parte la cual no será quitada.”

Nota por favor que Jesús no sintió empatía por Marta. A pesar del entusiasmo del querer servir, El no excusó la actitud de ella en ninguna manera. Porque la actividad de Marta, por tanto el entusiasmo, no fue conducido por el Espíritu ni motivado por la gracia de Dios. Más bien, fue la obra de la carne, que pudo atrapar al cristiano en una trampa de legalismo (una acción que aunque derriban de lujo espiritual en si vienen de motivos carnales para apariencias extérnales) sin frutos y obras muertas. Bien seguido los resultados concluyen con frustración, ira, y desánimo.

Una vez que estemos reconciliados con Dios por medio de la obra terminada en Cristo, es bien importante que nosotros cultivemos una relación con Dios con solo practicar las disciplinas espirituales (alabar, orar, estudiar las escrituras, etc.) Vamos al intento de no imitar a Marta, sino a Maria, que en las palabras de Cristo escogió “...la buena parte la cual no será quitada.”A imitar a Maria en su dedicación al Señor es no solo escoger lo mejor, pero lo eterno.

Una dirección diferente y radical

¿Qué es lo que toma para agradar a Dios? ¿Para conocerlo mas íntimamente? Para discernir su voluntad? Primero, hace falta un corazón que escuche, porque el ser discipulado empieza con la meditación, no con la acción.

Si tú no estás escuchando a la voz del Señor consistentemente, pregúntate, “¿Estoy yo haciendo tiempo para oír a Dios?” Si tu agenda revela que no has hecho tiempo para escuchar a Dios como tu prioridad, no deberías estar sorprendido/a que no has estado teniendo un encuentro tierno e íntimo con Dios.

El oír requiere que tengamos un tiempo al esperarlo a El, que no sea apurado, interrumpido, ni distraído. (Jesús nos enseñó a encontrar un cuarto donde podamos ir y cerrar la puerta.) Sin embargo muchos cristianos consideran el orar como un tiempo para hablarle a Dios. Pero El tiene mucho que decirnos a nosotros también, y solo podemos oírlo si estamos escuchando en vez de estar hablándole.

Al otro extremo, nosotros podemos sobre apasionarnos en tratar de hacer a Dios hablar. A tú esperarlo a Èl, El hablará. El a prometido hablar. El es un Dios comunicativo que desea enseñar. Acuérdate, nosotros no descubrimos a Dios; El se revelo en nosotros. No existe ninguna divina desgana en comunicar que tengamos que vencer con esfuerzo- como si tuviéramos el poder de hacerlo.

Un aspecto primordial de poder oír incluye el leer y el estudiar de las escrituras. Yo creo que diariamente el Espíritu Santo desea aplicar partes especificas de las escrituras en la vida de cada cristiano. Esto es una de sus muchas formas de comunicarse con nosotros. A cualquier dado tiempo, cada uno de nosotros- si estamos espiritualmente saludables- podemos identificar distintas verdades por la Biblia que el Señor está revelando o insistiendo en nosotros.

Por medio de la Palabra, la creación, la iglesia, y por su Espíritu, Dios llena el mundo con su voz. El único problema es, “¿Estamos escuchando?”

Dejemos que el ejemplo del Señor nos provoque a escuchar a Dios (Marcos 1:35), y no solamente en el aspecto practico como el leer la Biblia en un año o orar por 30 minutos al día (tan buenas como esas disciplinas seria.) Podemos estar alertos que Dios ha hablado por medio de su Palabra y desea hablar por medio del Espíritu. Tenemos la oportunidad de oír la voz de nuestro Padre- enriquecido con sabiduría, guía, y afecto- sin tan solo pudiéramos dedicar tiempo al escuchar y esperar a Dios.

La intimidad con Dios no puede ser apurada. Como cualquier relación profunda entre seres humanos toma tiempo para producir, así también es nuestra relación con Dios. Jesús mantuvo su intimidad con Dios al encontrarse con El frecuentemente en privado. Por seguro, si el Hijo de Dios necesitaba hacerlo, nosotros por lo mucho mas.

En conclusión, vamos a ver mas cerca la respuesta del Señor a Marta. El quizás estará diciéndote lo mismo.

1.“Solamente una cosa es necesaria.” ¡Que declaración asombrosa! Que tan frecuentemente tenemos que ser recordados que el esperar a Dios y escuchar su voz merece nuestra atención diaria. Hablamos de una de nuestras altas prioridades.

Como nuestro Señor, quien tuvo más demandas en su vida, conscientemente rechaza el apuro hacia actividades rutinarias. Sin embargo, dedica tiempo en calidad a expresar tu dependencia en Dios y una intimidad profunda tuya con El.

2. Decídete. Marta hubiera pensado que Maria estaba siendo floja y egoísta, pero el oír toma esfuerzos. Eso involucra disciplina y diligencia. Como Jesús le explicó a Marta, “Maria escogió la buena parte” (Lucas 10:42). Cada día (sino más seguido), cada uno de nosotros enfrentamos muchas decisiones. Al escoger lo que Maria hizo continuamente, la correcta decisión se vuelve mas fácil de ver.

3.Reconoce lo que es eterno. La comida de Marta fue olvidada al día siguiente para la hora del desayuno; el Pan de Vida saboreada por Maria estará con ella para la eternidad. Ella sabiamente invirtió en la intimidad con Dios. Y como dijo Jesús, “No le será quitada.”

Mañana, tendrás que hacer muchísimas decisiones, invirtiendo tu tiempo y energía en varias actividades. La Escritura nos dice que algún día Dios va a valorizar y examinar nuestras vidas. A de todo lo que has invertido hoy, algunas cosas sobraran como otras serán quitadas.

Si tú sigues el consejo de tú cultura, tú invertirás en placeres temporáneos. Y al escuchar al Señor será lo ultimo en tú lista de prioridades. Tú buscarás en adquirir lo mejor y lo ultimo en cosas materiales. Tú estarás en búsquedas de carreras con dedicaciones ciegas que pondrán a tú familia y iglesia en negligencia. Te complacerás en todas formas de pasatiempo disponibles. Y en el proceso, tú fe será ese desgasto, conveniente, cristianismo cultural que trágicamente existe en el día de hoy.

La alternativa de Dios es radical. El esta alzando hombres y mujeres en iglesias locales, quienes son radicalmente diferente en sus pasiones y búsquedas. Radicalmente diferentes de acuerdo al materialismo. Radicalmente diferente en las metas de sus carreras. Radicalmente diferente en el uso de sus pasatiempos. ¡Radicalmente diferente! No están motivados por el legalismo, te recuerdo, pero en el responder a la extraordinaria gracia de Dios. El no los esta privando de nuestros placeres- El nos esta dando alegría en abundancia en Su presencia. Y El nos está diseñando como gente que refleja Su imagen en forma de alcanzar esta cultura.

Como nosotros diariamente practicamos la disciplina espiritual, hemos escogido lo que es mejor, eso lo que no será quitado de nosotros. Vamos a ser expertos en lo único que es verdaderamente necesitado- la intimidad con Dios.

Como Maria escogió.

Discusiones entre grupos

1. ¿Si tu tuvieras una entrevista cara a cara con Dios, y permitido a hacerle una pregunta, que seria?
2. ¿Cuándo fue la ultima vez que estuvistes tu muy ocupado/a? ¿Lo pudiste haber evitado?
3. Describe una situación donde recibistes una clara palabra del Señor.
4. ¿Te identificastes con el “Salmo 23” distorsionado que se encuentra en la pagina 4?
5. Nombra dos cosas que causan a que no oigas a Dios hablar.
6. ¿Que debería de motivarnos a ser radicalmente diferente de nuestra cultura?
7. ¿Como es que las disciplinas espirituales nos ayudan a oír mejor a Dios? El libro es Spiritual Disciplines for the Christian Life (Disciplinas Espirituales para la Vida del Cristiano) escrita por Donald Whitney (Colorado Springs, CO: NavPress, 1996)

Lecturas recomendadas

Desiring God: Meditations of a Christian Hedonist (Deseando a Dios: Meditaciones de un Cristiano Hedonista), escrita por John Piper (Pórtland, OR: Multinomah Press, 1986)

The Spirit of the Disciplines (Las Disciplinas del Espíritu), escrita por Dallas Willard (San Francisco, CA: Harper Collins Publishers, 1991)

Referencias

1. Carlos E. Hummel, Tyranny of the Urgent (Tiranía del Apurado) (Downers Groce, IL: InterVarsity press, 1967).
2. 2 Juan 10:14, 27
3. Carlos E. Hummel, Tyranny of the Urgent (Tiranía del Apurado)